viernes, 5 de junio de 2009

El Salvador, y ahora qué...


Empieza una nueva etapa de práctica política, social y económica en El Salvador, eso esperan quienes les votaron. Por fin un partido cercano a la izquierda ha llegado al Gobierno, y, llega en un momento en que la crisis económica, la corrupción, la delincuencia castiga a la inmensa mayoría de la población, es por tanto, para el gobierno entrante, una situación muy delicada. Llega al poder, sin embargo, en un momento muy importante de la historia para América latina, pues, El Salvador es un hilo más de toda esa urdimbre política progresista que viene tejiéndose desde el Sur del continente en estos últimos años, y forma parte ya de ese amplio abanico de partidos de izquierdas que por medio de las elecciones, llegan al poder.

La crisis económica está golpeando a los países desarrollados, eso nos dicen los medios oficiosos del mundo. El Salvador que está en vías de desarrollo - como la inmensa mayoría de países del Sur – la crisis les golpea doblemente. Ésta afecta a la inmensa mayoría de la población del planeta y a la de El Salvador también. La derecha y la oligarquía que siempre han “gobernando”, son quienes entregan al Presidente Funes, un país en crisis.

La corrupción y el clientelismo han sido, de los gobiernos de la derecha, su inquina manera de gobernar. El servilismo y favoritismo entre las clases burguesas también acampó a sus anchas en dichos gobiernos , son ellos los que ahora temen por lo que pueda o no encontrar – el nuevo gobierno — en las arcas públicas del estado, si es que no las encuentran vacías. El dinero del contribuyente siempre ha estado a merced de la oligarquía, de la burguesía y los militares… que como carroñas se repartían el bien común de las mayorías.

La delincuencia es otro factor a tener en cuenta, ésta ha aumentado mientras ARENA gobernaba. Las mafias hicieron – y hacen – del chantaje, un modus vivendi, se enquistaron en ámbitos públicos del país, y en los políticos… en el peor de los casos, estas mafias, se eliminan entre ellos. A “Las maras” la han estado presentando como el primer problema a combatir… no se atajaron – ni se atajan – sin embargo, las causas de la pobreza y de la miseria, que son, a la larga, caldo del cultivo para la delincuencia común. El Salvador, con siete millones de habitantes y con casi 3.800 homicidios al año se ha convertido en uno de los países más violentos de América latina.

La crisis de la economía, la inseguridad en las calles del país, no fueron, sin embargo, óbice para que ahora, la izquierda reformista salvadoreña haya llegado al gobierno, y eso que la derecha en su campaña políticas azuzo con el miedo a los salvadoreñ@s. Es más, éstas han sido las razones, pero no las únicas, por las cuales el frente con Mauricio Funes estén ahora en el Gobierno.

Con los anteriores gobiernos el pueblo dejaba a un lado la participación electoral, su “equidistancia” en la política electoral era una de las razones por la cual la derecha ganaba las elecciones. La inmensa mayoría del pueblo salvadoreño, sin embargo, siempre ha apostado, cuando lo ha hecho, por partidos de izquierdas. Funes necesitaba al frente y el frente necesitaba a Funes. Esa simbiosis ha sido necesaria para el triunfo popular en las urnas.

El barco que ha zarpado este 1 de Junio en El Salvador, que lo lleva Mauricio Funes y el FMLN o viceversa, se mueve – se moverá – en aguas turbulentas. La derecha tiene, todavía, todo su aparato represivo intacto. Los escuadrones de la muerte siguen ahí latiendo en la oscuridad de la impunidad como esperando la orden de quién sabe qué siniestro político de ARENA para empezar a ejercer el temor como rapiñas sobre las presas, eso, ellos siempre lo han ejercido en tiempos de guerra como en tiempos de paz.

Si el frente con Mauricio Funes quieren que las instituciones funcionen tendrán que ser mucho más inteligentes que la derecha. Harán lo que se tenga que hacer, pero con mucha inteligencia política, eso lo sabe muy bien Funes como la derecha fascista del país. No será fácil esquivar, por tanto, los escollos, el intrincado entramado que ha venido entretejiendo la derecha en el País para controlar el aparato, todo, del Estado. No será imposible, sin embargo, llevar a cabo, aunque sólo sean pírricas reformas, para hacer que las instituciones del País, funcionen… para el bien común, del pueblo salvadoreño.

Sí se pudo y en hora buena al pueblo salvadoreño

2 comentarios:

Cynthia Lopes dijo...

Espero realmente que o povo salvadorenho, já tão sofrido e castigado, tenha neste novo governo um real motor para por em prática sonhos de uma nova vida. Pelo menos o início, esperança para os pequeninos de Deus. Que assim seja!

Fernando dijo...

Es muy necesario que la izquierda gobierne con inteligenia, olvidando posturas demagógicas y revitalizando las ideas básicas. No hay que temer las represalias si se trabaja progresiva y limpiamete.A los alacranes no se les debe pisar, porque su picadura suele ser mortal. Un fuerte abrazo.