martes, 29 de julio de 2008

¿Hay un millón de terroristas en EE.UU.?


Página 12

Desde 2003 el Centro de Detección de Terroristas (TSC, por sus siglas en inglés), organismo dependiente del FBI alimentado además por la CIA y otros servicios, elabora listas de sospechados de preparar, o tener la intención de preparar, atentados en suelo estadounidense. Son gordas esas listas. En septiembre de 2007, el inspector general del Departamento de Justicia informó que el TSC tenía registrados 700.000 nombres en su base de datos y que ese número crecía a razón de más de 20.000 asientos cada mes. Dicho de otra manera: habría actualmente más de un millón de presuntos terroristas en suelo estadounidense o con la pretensión de entrar en él. Bastantes, muchos.

El Centro proporciona a las compañías aéreas los nombres de tales sospechosos, que pasan a integrar una llamada “No-Fly List” con ciertas consecuencias. En los vuelos internos no los dejan subir al avión o los bajan del avión y algo más: los agentes del FBI estacionados en el aeropuerto suelen detenerlos, interrogarlos durante horas, revisar su persona y su equipaje, someterlos a ninguneos varios. Al menos doce Robert Johnson han padecido y aún padecen esos problemas por mera portación de nombre: ése fue el alias de un afroamericano de 62 años condenado por planear la voladura de un templo hindú y de un teatro en Toronto, pero figura en la lista negra sin mayores especificaciones. El periodista Steve Kroft, de CBS News, entrevistó a los doce homónimos, entre otros un empresario, un político, un entrenador de fútbol, incluso un militar. A todos les espera lo mismo (www.cbsnews.com, 10-6-07).

“Casi siempre tengo dificultades para abordar un avión, me ha pasado por lo menos 15 o 20 veces”, contó uno de los Robert Johnson. Otro declaró que, para él, lo peor era la humillación sufrida: “Tuve que sacarme los pantalones, tuve que sacarme los zapatos, después tuve que sacarme las medias. Me trataron como a un criminal”. Nadie ofrece disculpas, la seguridad antiterrorista ante todo. Pero los Robert Johnson no están solos: los acompañan viajeros de prestigio nacional e internacional, como el senador Edward Kennedy. Su caso fue el primero en adquirir notoriedad.

No era para menos: el hermano del ex presidente asesinado, miembro de una familia de abolengo y senador desde 1962, fue detenido e interrogado cinco veces en aeropuertos de la costa este de EE.UU. en marzo del 2004. Le costó tres semanas que quitaran su nombre de la lista de sospechados de terrorismo merced a la intervención de la Casa Blanca. (The Washington Post, 21-8-04). Al más que famoso músico británico Cat Stevens le fue peor: convertido al islamismo, adoptó el nombre de Yusuf Islam y el vuelo a Washington que lo traía de Londres fue desviado a Maine. Seis robustos agentes federales lo esperaban y lo sometieron a un curioso interrogatorio. Viajaba con su hija para grabar un disco y finalmente fue expulsado (ABC News, 1-10-04).

No es la única figura extranjera de relieve que padece cuestiones semejantes. El ex presidente de Sudáfrica y Premio Nobel de la Paz Nelson Mandela figura en el padrón de presuntos terroristas y debe pedir un permiso especial para entrar a EE.UU. (USA Today, 30-4-08). Nahib Berri, vocero del Parlamento libanés y ex abogado de la General Motors, suele reunirse con Condoleezza Rice, pero eso no lo saca de la lista. También está incluido el presidente boliviano Evo Morales, al que han registrado con tres nombres: Evo Morales, Juan Evo Morales Aima y Evo Morales Ayma. Los tres nacieron el 26 de octubre de 1959 y tal abundancia –se supone– es por las dudas.

A la monja McPhee, que supervisa todos los niveles de la educación católica en el marco del Departamento de Educación estadounidense, le fue peor que a Ted Kennedy: tuvo que luchar nueve meses para que la borraran de la “No-fly list” y cesaran de apartarla de la fila de pasajeros para revisarla de arriba abajo. Nada diferente le ha sucedido al mayor general (R) Vernon Lewis, condecorado con la Medalla de Servicios Distinguidos, la más alta distinción que otorga el ejército de EE.UU., ni a Jim Robison, ex asistente del fiscal general de la nación (AP, 14-7-08). Pero no todas son celebridades: se estima que más de 30.000 pasajeros han presentado protestas por tratos semejantes.

La Casa Blanca afirma que esa lista negra es la herramienta más eficaz para la lucha “antiterrorista” en EE.UU. Quién sabe si lo mismo piensa Ingrid Sanders: iba a tomar un vuelo de Phoenix a Washington cuando le anunciaron que su hija de un año de edad estaba registrada como sospechosa de actividades terroristas. Es apenas una de los catorce infantes de menos de dos años que el TSC considera posibles terroristas (AP, 10-7-08). No está claro contra quién combate realmente W. Bush. ¿Contra los terroristas? ¿Contra los norteamericanos?.


Esta tomado de Rebelión

martes, 22 de julio de 2008

El parecido entre las técnicas de la clase empresarial estadounidense y el fascismo es muy sorprendente



Entrevista al lingüista Noam Chomsky.

VN: Otra realidad que vemos es que fuera de los EE.UU. se idealiza el sistema norteamericano por parte de los medios de información y persuasión europeos. Por ejemplo, las primarias presidenciales se están mostrando como un signo de vitalidad de la democracia. Y el fenómeno Obama se presenta como responsable de la movilización de masas. Esta visión de la realidad de EE.UU. es muy sesgada. ¿Cómo explicarías esta idealización de la escena política americana, tan frecuente en Europa?

NC: La gente tiene estas ilusiones, y debemos preguntarnos cuál es el origen de ellas. No es difícil entender qué ha pasado, y el establishment lo entiende perfectamente.

Véamos, por ejemplo, qué ocurrió durante las primarias, en el día del “supermartes”, el 5 de febrero, en el cual se celebraron un par de docenas de primarias. La emoción, por lo tanto, era muy grande. En el Wall Street Journal: la historia principal en su portada aquel “supermartes”, escrita con grandes titulares, decía así: “Los temas políticos retroceden a lo largo del 2008 , puesto que los votantes se centran en el carácter de los candidatos”. Poco después, apareció una encuesta, de la cual no informaron apenas, que revelaba que tres cuartas partes de la población querían que los medios cubrieran las opiniones de los candidatos sobre los temas más importantes que el país enfrentaba. Exactamente el contrario de la doctrina estándar que se manifestaba en el titular de aquel diario. Los medios enfatizaban características personales de los candidatos, mientras que la población deseaba saber la opinión de los candidatos sobre los temas que preocupaban a la población.

Esto no es nuevo. Ha pasado lo mismo en elecciones anteriores. Los dirigentes de los partidos evitan tocar los temas que preocupan a la población, manteniéndolos fuera de la vista de los lectores. No es verdad que los votantes prefieran la personalidad de los candidatos por encima de los otras temas. Los votantes estarían encantados de poder votar a favor de un sistema sanitario público, que han deseado durante décadas. Ahora bien, no se les da la opción. Los dirigentes del partido –o, básicamente, el ámbito de las relaciones públicas que venden bienes de consumo a través de la televisión– anuncian a los candidatos del mismo modo que anuncian bienes de consumo. Cuando ves un anuncio en la televisión, no esperas aprender nada de ello. En realidad, si tuviéramos un mercado libre del tipo que describen los economistas, en el cual los consumidores informados toman decisiones racionales, la General Motors haría anuncios explicando las características de los coches que venden. No lo hacen. Lo que hacen es intentar crear ilusiones, por la vía de gráficas complicadas, de una actriz famosa conduciendo hacia al cielo, o de cualquier cosa por el estilo. La clave es engañar y manipular a la audiencia. Cuando tú “vendes” los candidatos, ocurre lo mismo –no entramos en los temas importantes, es demasiado peligroso porque el público puede no estar de acuerdo contigo en estos temas. Por lo tanto, lo que vendes es carácter, trivialidades, temas personales – el pastor de alguien dijo no sé qué, Hillary Clinton cometió un error cuando hablaba de Bosnia, etc.

La Fundación Pew publicó un estudio sobre la cobertura que hace la prensa de las primarias. La historia principal ha sido la de los sermones del reverendo Jeremy Wright. La segunda, el politiqueo de los “súper delegados”, y la tercera, la discusión sobre si Obama había estado más o menos acertado con su comentario sobre la “frustración” con respecto a la economía del electorado de las poblaciones rurales, y así una larga lista. Todas las historias principales de esta lista son sobre temas irrelevantes, marginales. No hay ninguno que destaque la opinión de los candidatos sobre ninguno de los temas importantes –sobre aquello que el público en general quiere escuchar. Se habla de cualquier cosa excepto de los temas importantes. Por lo tanto, la población simplemente no sabe cuáles son las posiciones de los candidatos sobre los temas importantes. Esto es muy evidente.

La opinión popular en los EE.UU. ha estado desde siempre muy bien estudiada, principalmente porque las clases empresariales, que dirigen el país, quieren sentir el pulso de su público –para controlar la propaganda. Puedes aspirar a controlar las actitudes y opiniones de la gente si conoces bien su vida. Es por eso por lo que sabemos tanto en EE.UU. sobre la opinión pública. Así sabemos que en las últimas elecciones, el 2004, la mayoría de los votantes de Bush tenían visiones equivocadas sobre la opinión de Bush con respecto a los temas principales –no porque fueran idiotas o no estuvieran interesados, sino porque las elecciones siguen un sistema de marketing. Esta es una sociedad dirigida por las necesidades empresariales: del mismo modo que vendes bienes de consumo, vendes candidatos. El público es la víctima y es consciente de ello, y, por esto, más o menos un 80% cree que el país se mueve en función de unos pocos grandes intereses que miran sólo por ellos mismos. Así pues, la gente no está engañada, simplemente no ven que se les ofrezca ninguna opción.

El fenómeno Obama es una reacción interesante en todo esto. Los asesores de Obama, los dirigentes de su campaña, han creado una imagen que es básicamente como una página en blanco. En la campaña de Obama suenan palabras como esperanza, cambio, unidad –eslóganes totalmente vacíos pronunciados por una persona agradable, con buen aspecto y que habla bien–, los opinadores lo definen como “retórica en alza”, (“soaring rhetoric”), y cada cual puede escribir lo que le parezca, en esta página en blanco. Mucha gente está escribiendo sus deseos de un cambio de progreso. En la campaña, como apunta acertadamente el Wall Street Journal, no se ha prestado demasiada atención a los temas importantes. Las características personales son elementos clave. Es el carácter que se trata en portada como tema capital.

Pero, sí, el apoyo que ha recibido Obama es un fenómeno popular, y pienso que refleja la alienación de la población hacia las instituciones representativas. La gente se agarra a un hierro al rojo vivo: aquí hay una pequeña posibilidad de que quizás alguien pueda defender aquello que quiere. Aun cuando él no lo diga, parece el tipo de persona que quizás lo haría. Es muy interesante fijarnos en las comparaciones que se hacen. A Obama lo comparan con John F. Kennedy y Ronald Reagan –Kennedy y Reagan eran creaciones, productos de los medios de comunicación, en especial Reagan. Probablemente ni él conocía cuáles eran las políticas de su programa , pues él era estrictamente una creación de los medios. Inicialmente no era especialmente popular, pero los medios crearon la imagen de un cowboy maravilloso que salvaría a todos, y así sucesivamente.

La administración Kennedy tenía más control; fue el primer grupo dirigente que entendió el poder de la televisión y creó un tipo de carisma mediante un buen funcionamiento de las relaciones públicas: la imagen de Camelot, de aquel lugar maravilloso, dónde pasan cosas maravillosas, y de un gran presidente. Ahora bien, cuando te fijas en las acciones reales que se llevaron a cabo, es grotesco. En realidad Kennedy es el presidente que invadió el sur del Vietnam y el que lanzó un gran ataque terrorista en contra de Cuba, y del cual podríamos decir otras muchas cosas en esta línea. Su Administración fue responsable del establecimiento de una dictadura neonazi en Brasil. El golpe de estado tuvo lugar justo después del asesinato de Kennedy, pero las bases para este golpe habían sido establecidas por los Kennedy y condujeron a una terrible plaga de represión en cualquier parte de América Latina. Pero la imagen de Camelot está ahí, y las imágenes son muy importantes cuando intentas controlar una población disidente.

De hecho, los EE.UU. no es un país fascista, esta sería una mala analogía. Pero el parecido entre las técnicas de propaganda que utiliza la clase empresarial y las fascistas es muy sorprendente, y no es accidental. Los nazis adoptaron, de manera explícita, consciente y abiertamente, las técnicas publicitarias americanas, y así lo manifestaron. Cogieron unas cuantas ideas sencillas, las reforzaron una vez y otra, e hicieron que parecieran atractivas –esta era la técnica publicitaria americana de los años 20 y fue el modelo que los nazis adoptaron de manera explícita, y este es el modelo de propaganda empresarial que existe hoy en día.

Por lo tanto, sí: el fenómeno Obama, pienso, refleja la alienación de la población que encontramos en las encuestas: el 80% dice que el país se mueve por unos pocos grandes intereses. Aun cuando Obama dice que lo cambiaremos, no tenemos nada claro qué es el que cambiaremos exactamente. De hecho, las instituciones financieras, que son sus mayores contribuidores, piensan que él ya está bien; por lo tanto, no parece nada claro que pueda haber ningún cambio. Pero si hablas de “cambio“, la gente se coge a ello; si dices “cambio” y “esperanza”, la gente se cogerá a ello y dirá, de acuerdo, este puede ser el salvador que conseguirá aquello que queremos, aun cuando no haya ninguna evidencia para creer que esto pueda pasar.

Seguir leyendo en Rebelión

viernes, 18 de julio de 2008

El migrante como sujeto de participación

El siglo XXI parece ser el siglo de las migraciones, eso parece, pero no. Hablar de las migraciones es hablar del ser humano. Siempre ha migrado de un sitio a otro. Lo ha hecho desde los inicios, desde que el ser humano empezó a andar erguido en África. Desde ahí parte, según expertos, desde la sabana africana a buscar nuevos horizontes. Anduvo años y años pasando y adaptándose de un sitio a otro, de un clima a otro, hasta el momento, no se ha podido demostrar que, Adán y Eva, hubiesen venido del espacio. De momento y eso es lo paradójico, todos, tenemos nuestras raíces en África.

Hoy sin embargo la migración es otra. Si en el pasado, reciente, los europeos huían a otros continentes en busca de una vida mejor. Hoy lo hacen las personas de esos continentes a los que, los europeos llegaron.. El modelo económico neoliberal es la principal causa de que much@s de los migrantes que llegan a Europa salgan de sus países. Vienen en busca de una vida mejor, porque las estructuras de sus países, es tan precaria, o se han vendido al capital extranjero, que les impulsa a huir en busca de otras condiciones de vida.

Los migrantes ya están viviendo en Europa y quieren participar también como sujetos y no como mendigos de la solidaridad. Sin embargo hasta en eso hay, como siempre, dos maneras (o más) de hacer que ellos participen.

La primera tiene que ver con la manera paternalista de atenderles y de asistirles. Se les atiende y asiste porque, se piensa, que los “pobres” son tan - y están - indefensos que habrá que echarles una mano. Esa manera paternal de ver la migración está muy asentada en personas con buen corazón, en personas que consideran que la atención pasa por ese tapiz de la solidaridad. Ayudan a los “pobrecitos” que llegan, cansados, por ello – y por eso - se les ofrece una ayuda de caridad, para que los migrantes, puedan vivir mejor. Es su manera cómoda y fácil de concebir la solidaridad; yo te ayudo en tanto en cuanto tú ves como te ayudo. Te doy mi voto para que veas en mí que me solidarizo contigo, etc. En definitiva esta primera manera de ver la migración es tan bochornosa como la directiva que se acaba de aprobar en el parlamento europeo. Porque le quitan el protagonismo a los migrantes.

Y la segunda es más ecuánime, equitativa y solidaria, evita que se desarrolle la primera. Y es que, si el migrante se organiza puede ser un motor de lucha. Esta segunda opción es la que tiene que ver más con el carácter de clase, de esa clases que hablan los marxistas. Que sea él/ellos, el sujeto, sin que nadie, hable por ellos, sin que nadie les lleve de la mano, sin que nadie les diga cómo, cuándo y dónde tienen que hablar. Que sean ellos los que exijan sus derechos, organizándose y sobre todo y ante todo solidarizándose entre ellos porque sólo así estarán al lado de los que luchan aquí - como en sus países - por un mundo más justo. Que quienes migran sean los protagonistas, y los demás, es decir aquellos de buen corazón, sean un apoyo pero nunca un padre ni una ONG que les asiste y atiende. Que sean ellos en definitiva los sujetos de participación y de sus luchas reivindicativas.

la primera es la más arraigada en nuestra sociedad europea, si tenemos en cuenta que Europa se jacta de ser la panacea de la cultura democrática, ejemplo de la modernidad se entiende quizá el porqué está más arraigada. Todo pasa por la pátina euro centrista del mundo, la modernidad intelectual y cultural pasa por el occidente rico e imperial. La segunda es muy “poco fiable” para los que ostentan el poder, y también para aquellos que ven a los que vienen del Sur como los pobres de esta tierra, los incultos, los que no saben hablar, los que necesitan de nuestra ayuda paternalista y asistencialista de la solidaridad.

Y la segunda supone que los migrantes están al lado de los nacionales exigiendo sus derechos sin padrinos, ni padres ni pordiosero, luchan por sus derechos con dignidad, desde su propia identidad se afirman y se solidarizan también con aquellos que aquí, luchan.

Porque guste o no, los migrantes también traen un bagaje cultural, social, político e ideológico. Puede ser una utopía pedir que ya basta de asistencialismo de los estados y sus ONGs hacia las asociaciones de migrantes. Ya basta de continuar con la primera la más lívida solidaridad de asistencia. A los migrantes se les da las migajas, mientras los nuevos funcionarios con su paternal manera de solidarizarse con ellos, no hacen otra cosa más que justificar a aquellos maximalistas maltusianos que anuncian por todos los medios, que la migración es un problema, que vienen en avalancha y habrá que ponerle muro a esa migración que nos invade.

Si nosotros hacemos que se imponga la segunda opción en los colectivos de migrantes, y en aquellos que dicen trabajar para ellos, la solidaridad entre “mismos”, nacionales y migrantes, será una lucha de clases y desde ahí podemos hacer que algo cambie en este sistema capitalista neoliberal que no ve más que fuerza de trabajo, donde hay personas con rostros, con iniciativas de clase y no simples números como suele verlos siempre el capital.

Publicado en Gara

miércoles, 16 de julio de 2008

Las tres crisis



Le Monde Diplomatique


No había ocurrido jamás. Por vez primera en la historia económica moderna, tres crisis de gran amplitud -financiera, energética, alimentaria- están coincidiendo, confluyendo y combinándose. Cada una de ellas interactúa sobre las demás. Agravando así, de modo exponencial, el deterioro de la economía real. Por mucho que las autoridades se esfuercen en minimizar la gravedad del momento, lo cierto es que nos hallamos ante un seísmo económico de inédita magnitud. Cuyos efectos sociales apenas empiezan a hacerse sentir y que detonarán con toda brutalidad en los meses venideros. Lo peor nunca es seguro y la numerología no es una ciencia exacta, pero el año 2009 bien podría parecerse a aquel nefasto 1929...

Como era de temer, la crisis financiera sigue agudizándose. A los descalabros de prestigiosos bancos estadounidenses, como Bear Stearns, Merrill Lynch y el gigante Citigroup, se ha sumado el desastre reciente de Lehman Brothers, cuarta banca de negocios que ha anunciado, el pasado 9 de junio, una pérdida de 1.700 millones de euros. Por ser su primer déficit desde su salida en Bolsa en 1994, esto ha causado el efecto de un terremoto en una América financiera ya violentamente traumatizada.

Cada día se difunden noticias sobre nuevos quebrantos en los bancos. Hasta ahora, las entidades más afectadas han reconocido pérdidas de casi 250.000 millones de euros. Y el Fondo Monetario Internacional estima que, para salir del desastre, el sistema necesitará unos 610.000 millones de euros (o sea, el equivalente de ¡dos veces el presupuesto de Francia!).

La crisis comenzó en Estados Unidos, en agosto de 2007, con la morosidad de las hipotecas de mala calidad (subprime) y se ha extendido por todo el mundo. Su capacidad de transformarse y de extenderse mediante la proliferación de complejos mecanismos financieros hace que esta crisis se asemeje a una epidemia fulminante imposible de atajar.

Las entidades bancarias ya no se prestan dinero. Todas desconfían de la salud financiera de sus rivales. A pesar de las inyecciones masivas de liquidez efectuadas por los grandes bancos centrales, nunca se había visto una sequía tan severa de dinero en los mercados. Y lo que más temen algunos ahora es una crisis sistémica, o sea que el conjunto del sistema económico mundial se colapse.

De la esfera financiera la crisis se ha trasladado al conjunto de la actividad económica. De golpe, las economías de los países desarrollados se han enfriado. Europa (y en particular España) se halla en franca desaceleración, y Estados Unidos se encuentra al borde de la recesión.

Donde más se está notando la dureza de este ajuste es en el sector inmobiliario. Durante el primer trimestre de 2008, el número de ventas de viviendas en España cayó el ¡29%! Cerca de dos millones de pisos y de chalets no encuentran comprador. El precio del suelo sigue desmoronándose. Y el alza de los intereses hipotecarios y los temores de recesión hunden el sector en una espiral infernal. Con feroces efectos en todos los frentes de la enorme industria de la construcción. Todas las empresas de estas ramas se ubican ahora en el ojo del huracán. Y asisten impotentes a la destrucción de decenas de miles de empleos.

De la crisis financiera hemos pasado a la crisis social. Y vuelven a surgir políticas autoritarias. El Parlamento Europeo ha aprobado, el pasado 18 de junio, la infame "directiva retorno". Y las autoridades españolas ya han proclamado su voluntad de favorecer la salida de España de un millón de trabajadores extranjeros...

En medio de esta situación de espanto se produce el tercer choque petrolero. Con un precio del barril en torno a los 140 dólares. Un aumento irracional (hace diez años, en 1998, el barril costaba menos de 10 dólares...) debido no sólo a una demanda disparatada sino, sobre todo, a la acción de muchos especuladores que apuestan por el alza continua de un carburante en vías de extinción. Los inversores huyen de la burbuja inmobiliaria y desplazan masas colosales de dinero porque apuestan ahora por un petróleo a 200 dólares el barril. Se está así produciendo una financiarización del petróleo.

Con las consecuencias que vemos: formidable subida de los precios en las gasolineras, y estallidos de ira por parte de pescadores, camioneros, agricultores, taxistas y todos los profesionales más afectados. En muchos países, mediante manifestaciones y enfrentamientos, estas profesiones reclaman a sus Gobiernos ayudas, subvenciones o reducciones de la fiscalidad.

Por si todo este contexto no fuese lo bastante sombrío, la crisis alimentaria se ha agravado repentinamente y ha venido a recordarnos que el espectro del hambre sigue amenazando a casi mil millones de personas. En unos cuarenta países, la carestía actual de los alimentos ha provocado levantamientos y revueltas populares. La Cumbre de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) del pasado 5 de junio en Roma sobre la seguridad alimentaria fue incapaz de alcanzar un acuerdo para relanzar la producción alimentaria mundial. También aquí, los especuladores en fuga del desastre financiero tienen una parte de responsabilidad porque apuestan por un precio elevado de las futuras cosechas. De modo que hasta la agricultura se está financiarizando.

Éste es el saldo deplorable que deja un cuarto de siglo de neoliberalismo: tres venenosas crisis entrelazadas. Va siendo hora de que los ciudadanos digan: "¡Basta!".

tomado de Rebelión

lunes, 7 de julio de 2008

Estados europeos desalmados

Leonardo Boff

La «Directiva de Retorno», también llamada «Directiva de la Deportación o de la Vergüenza», de la Comunidad Europea con respecto a los extracomunitarios ilegales, desenmascara una faceta inhumana que la cultura europea siempre ha tenido y que difícilmente consigue disfrazar. Es una cultura identitaria. Tiene una inmensa dificultad para convivir con lo diferente. O lo agrega, o lo somete, o lo destruye. Invadió prácticamente todo el mundo conocido, subyugando y matando con la cruz y la espada. Fue ella la que, al comienzo de la modernidad, provocó el mayor genocidio de la historia humana, según el historiador Oswald Splengler en La decadencia de Occidente. En América Latina, donde había 23 millones de indígenas -nos dice el antropólogo Darcy Ribeiro-, después de un siglo quedó solamente uno. Luego dominó a las poblaciones que quedaron, explotó todos los recursos naturales posibles, que sirvieron de base para su industrialización y su enriquecimiento, que son sus injustas ventajas hasta el día de hoy. Detrás de su comercio y de su técnica hay ríos de sangre, sudor y lágrimas. Es una cultura montada sobre el poder-dominación.

Ahora, pasando por encima de varios artículos de la Declaración de los Derechos Humanos de 1948 (¿cuándo la respetaron?), maltratan a los inmigrantes, considerándolos criminales que deben ser encarcelados -incluso a los menores-, sin necesidad de mandato judicial, solamente mediante un procedimiento administrativo. Se prevé campos de concentración para ellos. Estos inmigrantes esconden tragedias en sus vidas. Están allí porque quieren sobrevivir y ayudar a las familias que han dejado en sus países.

Veamos la contradicción: en el siglo XIX los sobrantes del proceso de industrialización europeo, aquellos que podían desestabilizar el capitalismo salvaje naciente, previsto por Marx, fueron destinados a la exportación. No venía cualquier tipo de gente. Tenían primacía los empobrecidos y los enfermos, como mis abuelos italianos. Todos los de su leva sufrían tracoma, de difícil curación en esa época. Yo mismo sufrí esa enfermedad cuando niño, como todos los de nuestra región de Santa Catarina, donde se sitúan hoy Sadia y Perdigão, industrias conocidas por sus buenos productos.

En Brasil fueron acogidos con generosidad. Consiguieron tierras, ayudaron a construir esta nación y ahora, con la riqueza natural que Dios nos concedió, podemos ser la mesa puesta para el hambre del mundo entero. Las políticas de la Comunidad europea de hoy, no muestran ninguna reciprocidad. Con acciones articuladas se revelan crueles y sin piedad. El príncipe de nuestros periodistas, Mauro Santayana, nos relata en el Jornal do Brasil del 22/06, que en los años 80 economistas y sociólogos norteamericanos y europeos bajo el patrocinio de banqueros concluyeron que era necesario apartar del consumo al 80% de la humanidad, a fin de garantizar la gestión del planeta y mantener los privilegios del 20% de ricos. Los demás deberían ser marginados, hasta su extinción.

Parece que el genocidio está inscrito en el código genético de este tipo de gente que ha estado detrás de casi todas las guerras de los últimos siglos. A ellos que gustan de la cultura como pura ilustración, les recuerdo lo que Immanuel Kant (+1804) dice en La paz perpetua (1795). La primera virtud de una república mundial es la «hospitalidad general», como derecho y deber de todos. Todos están sobre el planeta Tierra, dice, y tienen el derecho de visitar las regiones y sus pueblos, pues la Tierra pertenece comunitariamente a todos.

Sólo espíritus anticultura occidental como Francisco de Asís, Juan XXIII, Luther King y Madre Teresa pueden ofrecer un paradigma que rescate a estos Gobiernos y los salve de la maldición de la vida y de la ira divina que se cierne sobre ellos.

Tomado de Koinionía.

Más sobre la Directiva de la Vergüenza.

Después de que la Unión europea aprobara lo que se ha dado en llamar la "Directiva de la vergüenza" y a la que todos los movimientos sociales que luchan por un mundo mas solidario y justo (valores antagónicamente diferentes a los del capital) lo denunciaran; denuncia a la que se sumaron la mayoría de presidentes latinoamericanos. Los estados europeos y los países que la promovieron - y los que presionaron - para que se aprobara dicha directiva mal llamada del retorno. Europa demuestra con esta directiva que sigue siendo una rancia y vieja. Europa se ha puesto al servicio de planteamientos políticos - e ideológicos - de la extrema derecha. Se ha echado a los brazos de los partidos neo nazis que están en claro avance en muchos de los países de la unión europea.


Sin embargo no solo partidos de derechas y de la extrema derecha, si no que partidos que se dicen de "izquierdas", defiendan, y sean, además, los que más presionaron para que la directiva de la vergüenza se aprobara y saliera adelante. A continuación posteo una entrevista a un eurodiputado italiano, que merece la pena leer. Cuanto más se divulgue este tipo de noticias, sabemos quiénes son los que realmente defienden a planteamientos xenófobos y racistas. cómo un partido que se dice de izquierdas, en el caso del estado español, el PSOE, puede seguir con su trillado discurso . Gracias a este partido que va de la mano con presidentes de extrema derecha, como Francia e Italia, gracias a ellos, la situación de los migrantes - en esta Europa rancia y vieja - es mucho más difícil y precaria en cuanto a derechos se refiere. Les dejo pues, con estas dos preguntas donde se afirma lo que se denunció en su momento. Y si están interesados en toda la entrevista pueden ir a la página de ALAI (Agencia latinoamericana de Información).



la entrevista:


-¿Cómo se llega a formular y aprobar esta Directiva europea?


-La Comisión Europea (2) escribió esta Directiva en respuesta a una invitación del Consejo de la Unión Europea (3). Lastimosamente para nosotros los italianos, esta Directiva surge a raíz de la presencia del actual Ministro del Exterior italiano, Franco Frattini, quien en aquel entonces era Comisario Europeo de Justicia, Seguridad y Libertad. Cuando la directiva llegó al Parlamento para su discusión, ya se había logrado un amarre entre las bancadas de tendencia conservadora, la Comisión y el Consejo, para que el Parlamento no tuviera la opción de discutirla libremente, sino solamente de aprobarla como estaba redactada.


Esta situación se genera por diferentes motivos. Si aportábamos cambios al texto original, la Directiva iba a ser enviada nuevamente a la Comisión y al Consejo, para ser discutida otra vez, y aprobada, porque el texto definitivo debe contar con la aprobación de las tres instancias. Además, retrasar la aprobación quería decir casi seguramente que no se lograra su aprobación en esta legislación que termina en 2009, mientras que existían fuertes presiones de los gobiernos europeos para que se aprobara de inmediato.


Lo que en este caso se tambaleó peligrosamente fue la soberanía misma del Parlamento, o sea la posibilidad de los diputados de discutir abiertamente y aportar modificaciones al texto.



-¿Qué tipo de presiones hubo por parte de los gobiernos?


-Hubo presiones muy fuertes de todos los gobiernos para que la Directiva se aprobara de inmediato y sin modificaciones, pero hay que destacar el papel que jugaron los gobiernos de España y Francia, porque esta directiva nace a través de un férreo acuerdo entre Sarkozy y
Zapatero, y sucesivamente, el Consejo la aprueba en sus líneas generales y la pasa a la Comisión para su redacción escrita. Es un hecho grave, porque los gobiernos de Francia, España, los laboristas ingleses y los socialdemócratas alemanes presionaron a sus partidos para que sostuvieran el texto de la directiva en el Parlamento, y eso abrió un enorme debate en la bancada del Grupo Socialista. Los tres partidos socialistas que actualmente están gobernando en sus respectivos países tenían un mandato taxativo de los gobiernos de aprobar esta Directiva. Es por esto que, al momento del voto, el Grupo Socialista presentó algunas mociones para mejorar el texto, pero fueron rechazadas por la alianza de la derecha (NdR: Grupo Partido Popular Europeo - Demócratas Europeos, Grupo de la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa). Lo más grave fue que en el momento de la votación el Grupo Socialista se dividió: la mitad votó en contra, un 35 por ciento se abstuvo, incluyendo a los del Partido Democrático (PD) de Italia, y un 15 por ciento votó a favor. El voto contrario fue expresión de una parte de los socialistas, el Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda verde Nórdica (GUE-NGL) y el Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea (Verdes/ALE).



-¿Qué lectura podemos hacer de lo que ocurrió? Y además, ¿qué está pasando en Europa, si hasta los socialistas se dividen en la votación?


-Hay que hacer una aclaración. El problema con los socialistas es sobre todo un problema con Zapatero, a quien se le ve como un ejemplo a seguir, y en Italia hay mucha gente que mira hacia España o que sueña ir a vivir allá. Es cierto que durante su gobierno promovió las libertades civiles, pero sobre las políticas inmigratorias ha sido durísimo. Los CPT españoles son espantosos, así que la mano dura contra los inmigrantes no es algo nuevo para el gobierno español.


Tomado de ALAI

miércoles, 2 de julio de 2008

Ética y Moral


Leonardo Boff

¿Qué es ética y qué es moral? ¿Son lo mismo o hay que hacer distinciones entre ellas? Hay mucha confusión acerca de esto.

Tratemos de aclararlo. En el lenguaje corriente e incluso culto, ética y moral son sinónimos. Así decimos: \"aquí hay un problema ético\" o \"un problema moral\". Con eso emitimos un juicio de valor sobre alguna práctica personal o social, si buena, mala o dudosa.

Pero profundizando la cuestión, percibimos que ética y moral no son sinónimos. La ética es parte de la filosofía. Considera concepciones de fondo, principios y valores que orientan a personas y sociedades. Una persona es ética cuando se orienta por principios y convicciones. Decimos entonces que tiene carácter y buena índole. La moral forma parte de la vida concreta. Trata de la práctica real de las personas que se expresan por costumbres, hábitos y valores aceptados. Una persona es moral cuando obra conforme a las costumbres y valores establecidos que, eventualmente, pueden ser cuestionados por la ética. Una persona puede ser moral (sigue las costumbres) pero no necesariamente ética (obedece a principios).

Estas definiciones, aunque útiles, son abstractas porque no muestran el proceso, cómo surgen efectivamente la ética y la moral. Y aquí los griegos pueden ayudarnos.

Ellos parten de una experiencia de base, siempre válida, la de la morada entendida existencialmente como el conjunto de las relaciones entre el medio físico y las personas. Y llaman a la morada, \"ethos\" (con e larga en griego). Para que la morada sea morada, hay que organizar el espacio físico (cuartos, sala, cocina) y el espacio humano (relaciones de los moradores entre sí y con sus vecinos) según criterios, valores y principios para que todo fluya y esté como se desea. Eso da carácter a la casa y a las personas. Los griegos también llaman a esto \"ethos\". Nosotros diríamos ética y carácter ético de las personas.

Además, en la morada, los moradores tienen costumbres, maneras de organizar las comidas, los encuentros, modos de relacionarse, tensos y competitivos o armoniosos y cooperativos. A esto los griegos también lo llamaban \"ethos\" (con e corta). Nosotros diríamos moral y la postura moral de una persona.

Sucede que esas costumbres (moral) forman el carácter (ética) de las personas. Winnicot, continuando a Freud, estudió la importancia de las relaciones familiares para establecer el carácter de las personas. Éstas serán éticas (tendrán principios y valores) si han tenido una buena moral (relaciones armoniosas e inclusivas) en casa.

Los medievales no tenían las sutilezas de los griegos. Usaban la palabra moral (viene de mos/moris) tanto para las costumbres como para el carácter. Distinguían la moral teórica (filosofía moral), que estudia los principios y las actitudes que iluminan las prácticas, y la moral práctica, que analiza los actos a la luz de las actitudes y estudia la aplicación de los principios a la vida.

¿Cuáles son la ética y la moral vigentes hoy? Las del capitalismo. Su ética dice: bueno es lo que permite acumular más con menos inversión y en el menor tiempo posible. Su moral concreta reza: emplear la menor cantidad de gente posible, pagar menos salarios e impuestos y explotar mejor la naturaleza. Imaginemos cómo sería una casa y una sociedad (ethos) que tuviesen tales costumbres (moral/ethos) y produjesen caracteres (ethos/moral) igualmente conflictivos. ¿Sería todavía humana y benéfica para la vida? Aquí está la razón de la grave crisis actual.

esta tomado de Koinionía