Al poeta
de la sonrisa triste.
Cómo
no recordar en este momento al poeta Juan Gelman si casi nos parece que estamos
viendo a cada latinoamericano que ha padecido y vivido el exilio. Juan Gelman
fue uno más en los miles y miles de latinoamericanos que sufrieron silenciosamente
ese largo viaje del que no volvió hasta
que encontró a su nieta pero sobre todo y ante todo, su hijo. Siempre supimos por tu poesía que eras cruel
contigo mismo.
Que
eras tú el que silenciosamente nos empujabas a seguir el camino que miles de latinoamericanos
nos empujaron a vivir, tu poesía estaba allí, adivinándonos cada paso posible
el que se da y el que está por hacer. Y nos fuimos casi seguros de saber que
valía la pena la lucha por más mínima que esta fuese. Sí, era tu poesía la que
invadía el corazón de cada exilio. Ahora que no dejaste físicamente. Vos Juan
Gelman sos, pues, una representación poética viva de las venas de américa
latina.
Y nos
guste o no, su poesía era inventada
desde la esperanza, desde la lucha y sobre todo, sí, sobre todo, desde el amor…,
esos versos que melódicamente nos hace - y nos hacía - recordar en cada
silencio, una voz, y en cada sufrimiento
un rostro. De aquellos calabozos salieron pocos pero se quedaron muchos. De aquellas realidades en la que los gringos
junto a sus lacayos militares y
burgueses locales hicieron de un mundo amable, el infierno. Gelman vivió allí y padeció allí lo que vos y yo, nosotros,
vosotros, los todos… vivimos casi sin darnos cuentas, pero los vivimos.