La corrupción está que apesta en la derecha franquista española, y apesta tanto que su hedor, ese, el
que la gaviota ha estado acumulando diáfana y durante años, cagando hasta hacer que el guano salga por la ventanas, por las puertas, por las hendiduras y lo quicios mal cerrados de sus chiringuitos.
Ahora sin embargo y para el regocijo de sus peleles votantes, el hedor del guano, esta llegando a todos y aunque la escondieron por mucho tiempo los "pperos" en la calle Génova y en su pasillos, sale y nos muestra la verdadera cara de la corrupción y de los ladrones de guante blancos y untados de guano.