Clara elezabeht Ramírez Acosta. José alejando solano
Figueroa. Andrés Torres Sánchez.
Por la memoria
histórica del pulgarcito.
No hace mucho en el
salvador se celebraba el 11 de Octubre como un día heroico y con razón. Es el
día en que tres militantes de una organización guerrillera mantuvo en jaque por
mas de una noche a toda una jauría y piara de lo que fue en su momento la
Guardia nacional y la policía nacional. No los cogieron vivos y eso que el
enfrentamiento desigual duró mas de 8 horas. Cuando la policía entró a la casa
desde donde los tres compañeros defendían su dignidad. Los encontraron sin vida
no sin antes, alguno de ellos con la había escrito en la pared…, “Revolución o
muerte el pueblo armado vencerá”. Eso era no hace mucho, insisto, cuando ese
día, servía de ejemplo de dignidad a una izquierda que, consideraba que la
lucha valía la pena y que el sueño de los pobres sólo era posible construirlo
desde los pobres pero organizados.
Las condiciones
objetivas -y si se quiere- subjetivas del momento invitaba a quien quisiera
soñar un modo de producción diferente, el socialismo era el único fin de una
lucha que con el tiempo, ese fin, se fue diluyendo en algunos dirigentes de las
FPL, y ya no querían ni oír hablar de un Gobierno Democrático y
Revolucionario-GDR si no más bien de un Gobierno de Amplia Participación-GAP. Estas
dos líneas políticas y de estrategias de lucha son las que determinarán el
futuro del país y el de la memoria de quienes creyeron en el socialismo para el
salvador. La segunda línea es la que
promocionaron la socialdemocracia. Como digo eso era posible en tanto en cuanto
las organizaciones populares y revolucionarias habían creado las condiciones
para generar en el pueblo organizado esa pequeña llama de dignidad que hacía
comprometerse al pueblo, y que como es sabido, aún en las condiciones mas
adversas mucho de lo que se soñó aun siendo pequeño, fue posible.
El tiempo ha ido
poniendo a los actores políticos en su sitio los que antaño fueron comandantes
hoy son sólo un remedo de líder o presidente que se empeña en otorgar al
silencio la memoria. Los pátinas revolucionarios siguen siendo el elemento
aglutinador de las masas aunque el rojo lentamente se desluce. El tiempo es el que ha determinado
silenciosamente - con la ayuda de algunos -
que lábiles y en vez de continuar con ese sueño, lívidos se echaron a
los brazos de la socialdemocracia europea.
Esa es la razón por la
que en este momento en el pulgarcito de américa a pesar de que gobiernan los
que un día estuvieron a lado de estos tres compañeros sean los que cumplen, a
pies juntillas, las recetas neoliberales del FMI en el país. Ya no hay tiempo
ni para las celebraciones ni para la memoria de los compañeros que un día
confiaron sus vidas en un futuro más digno para su gente.
Eva, Chico y Toño
siguen presentes a pesar de que a la otrora FPL del FMLN les sigue pareciendo
que mantenerlos en el olvido solo beneficia a su proyecto socialdemócrata. Eva,
Chico y Toño están presentes, en la periferia, pero siguen presente y por más
que se nieguen - y renieguen - de su compromiso y de su ejemplo como hijos del
pueblo, ellos, ahora el 11 de octubre acusatoriamente endilgaran a quienes
ahora, sólo conciben las elecciones como manera de seguir la lucha y sobre todo
en el gobierno, sin tocar eso sí las estructuras de poder, que son las que en
su momento, asesinaron a miles de salvadoreños.
El recuerdo de los
tres compañeros ha ido quedando sólo en la memoria y en los labios de aquellos
que siguen creyendo que, a pesar de todo, es posible soñar y construir un mundo
diferente al que se está construyendo al albur de la socialdemocracia y los
gringos.
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