miércoles, 20 de mayo de 2009

Pulgarcito no tiene quien le escriba

II parte.

La intención primera al artículo de, “pulgarcito no tiene quien le escriba”, era precisamente eso, crear un debate, en torno a la figura de Roque Dalton, teniendo eso si, como referencia la poesía y su compromiso revolucionario y viceversa. Y señalar a los responsables directos e indirectos - en su aniversario - de su asesinato, en manos de sus propios compañeros de organización. Pero sin olvidar el Poeta-Roque y el Revolucionario-Roque. Las dos las vivió con total entrega y compromiso, que fue precisamente la praxis de poeta y su praxis revolucionaria la que le llevó al martirio.

Roque fue un poeta ganzúa con su poesía…, en sus escritos se encuentran todo tipo de denuncias, pero sobre todo y la que más se manifiesta en ella, es su oposición radical a un sistema inhumano como el capitalismo que devoraba – devora - y masacra silenciosamente a millones de seres humanos en el planeta, contra este modo de producción Roque era inciso y contundente. Dignifica a los pobres, les da justicia, dignidad pero sobre todo, les da una herramienta para que puedan ejercer y llevar a cabo, su lucha.

Si lo era así contra este sistema inhumano, también lo era con aquellos que no vivían ni ofrecían soluciones dignas a los pobres, y, que se autodenominaban “revolucionarios”, contra ellos, también era inciso. Lo era así con aquellos que compartían militancia y que no vivían el carácter revolucionario en sí y para sí, en el sentido amplio y estricto de lo que eso significaba – y significa -. Por eso, sin ningún atisbo de duda lo asesinaron los del “Ejército Revolucionario del Pueblo”(ERP).

Hablamos mucho de su poesía, escribimos mucho sobre su poesía, y está bien…, pero se nos olvida a veces que también fue un revolucionario. Roque disecciona con su poesía el día a día de una sociedad capitalista que devoraba – devora – la vida de millones de personas en el mundo, así lo hizo con la burguesía salvadoreña y así lo escribió. Sus poemas están llenos de ternura y de lucha, de compromiso y de lucha, de lucha y de lucha. En su poesía hay una mezcla de las dos; de la lucha y de las artes literarias. También habla de esa caricatura revolucionaria que much@s decían – y dicen – vivir.

Actualmente en el país siguen habiendo poetas, hay much@s que, guste o no, mamaron el quehacer poético de Roque, la picardía literaria, la inteligencia poética de sus versos como de su prosa. Somos, guste o no, hijos poéticos Roqueanos. Y nos guste o no, no somos Roque, ni en su poesía ni en su compromiso como revolucionario. Muchos poetas quieren ser igual que él, pero no se le acercan ni a las uñas de los pies como dice el dicho salvadoreño. Eso es harto imposible. Cada poeta tiene su estilo, su color, su música, su ritmo, su manera de plasmar la realidad en los versos, tiene su propio mundo interior y exterior, percibe la realidad con ojos propios de su quehacer diario. Sin embargo los valores que llevaron a Roque a entregarse de lleno ya no a la poesía, que también, si no a la lucha revolucionaria, aunque no lo vivamos como él, sí, podemos llevarla a la practica en estos tiempos donde demasiada falta hace.

Hoy en la poesía salvadoreña encontramos a muchos poetas que adulan a sus dirigentes, Roque, no la habría hecho. Hoy muchos poetas escriben pero no diseccionan con poesía ganzúa a sus gobernantes, a todos. Y a aquellos que están más cerca de nuestros planteamientos ideológicos y políticos, también. Creo sinceramente que en este momento el pulgarcito no tiene quien le escribe precisamente por eso, porque la inmensa mayoría de los que se dicen poetas, adulan y no interpelan: adornan, que está bien, pero no acentúan aquello que, guste o no, se aleja mucho de lo que puede ser revolucionario.

Hoy, la mayoría se conforman con muy pocos sueños. Roque no soñó ni luchó con lo que en este momento hay en lo que se dice la izquierda salvadoreña, él como muchos, sacrificaron sus vidas por mucho más. Y es precisamente eso lo que reivindico en - y desde - Roque. No debemos convertirnos en aduladores con pagas extras; debemos de seguir siendo - y haciendo - lo que Roque con su poesía y praxis revolucionaria hizo, teniendo en cuenta eso sí el momento y la historia que nos ha tocado vivir. De seguir siendo con tod@s igual. Si las cosas van bien, desde el punto de vista revolucionario, se debe decir lo que se debe y se tiene hacer lo se debe pero siempre con esa perspectiva revolucionaria, si la realidad es otra, también habrá que escribirla, y es esto lo que acentúo con Roque.

Porque el Pulgarcito será, sí, siempre y cuando ya no tengamos dolores de cabeza, que nos produce todavía, el capitalismo en el mundo. Debemos de seguir haciendo nuestra la poesía, y compartirla como lo habría hecho Roque…, sólo así estaremos haciendo, definitivamente, revolución, pero tod@s y no unos cuantos. Porque la poesía, guste o no, siempre tiene que estar a favor de los pequeños.

Tomado de KaosenlaRed.

1 comentario:

Liz Marin dijo...

me ha encantado y siempre hay q escribir sobre lo q uno cree o siente


besitossss