El periodista francés Gilles Jacquier resultó muerto el miércoles 11 de enero de 2012 durante la realización de un reportaje en Homs. Jacquier estaba cubriendo los acontecimientos en Siria para el programa Envoyé spécial.
Convencido de que en Siria no había grupos terroristas sino una revolución que estaba siendo reprimida de forma sangrienta, Gilles Jacquier había rechazado la protección de los servicios de seguridad y no portaba casco ni chaleco blindado. Jacquier y otros colegas que compartían su opinión habían alquilado 3 minibuses y estaban en contacto con personas del lugar que podían ayudarlos a darse a conocer, concertar encuentros y que, además, les servían de traductores.
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