Se han cumplido siete años del golpe de estado en
Honduras, y desde entonces la situación social y po
lítica del país se ha visto empeorada. Se han acrecentado los asesinatos selectivos contra líderes estudiantiles, sindicales, políticos; líderes ecologistas también han sido asesinado..., periodistas independientes, abogados, etc. Se sabía que tras el golpe la situación de inseguridad se podía ver afectada, pero no con la virulencia que apareció poco después del golpe.
lítica del país se ha visto empeorada. Se han acrecentado los asesinatos selectivos contra líderes estudiantiles, sindicales, políticos; líderes ecologistas también han sido asesinado..., periodistas independientes, abogados, etc. Se sabía que tras el golpe la situación de inseguridad se podía ver afectada, pero no con la virulencia que apareció poco después del golpe.
Centro América antes del golpe de estado en Honduras creyó
que podía seguir construyendo la democracia, al menos eso parecía, se llegaba
al poder vía elecciones no sólo en Honduras si no que por todo el continente,
impensable años atrás. Se creía pues, que era posible transformar el país una
vez en el poder. Sin embargo, después de lo de Venezuela y luego de Honduras
las contradicciones sociales que siempre habían existido, se verían
acrecentadas. No hacía mucho que las políticas económicas neoliberales, injustas,
habían -y siguen- golpeado a la población..., éstas venían afianzándose desde
décadas y a raíz del golpe de estado estas políticas neoliberales, en el caso,
de Honduras se afianzaron.
Cuando Manuel Zelaya gana las elecciones apostó por
llevar a cabo además de las políticas sociales en favor de las amplias
mayorías. Gobernar de manera independiente sin la observancia gringa parecía
posible, pero, cuando decidió, ejercer un derecho democrático, como el de
la consulta popular, la oligarquía, la burguesía, y los gringos detrás, impulsaron
el golpe de estado. Hacía años que la inmensa mayoría de la sociedad los
había descartado, casi no pertenecía ya ni al imaginario colectivo. No es
necesario detenernos en estos menesteres harto conocidos por quienes leen esta
nota. La operación cóndor contó con la complicidad de los militares de
Argentina, Chile, Paraguay, Uruguay etc. Nadie creía que en pleno siglo XXI que
los gringos iban a inmiscuirse ni mucho menos pensar en los golpes de
estado, y Honduras demostró que iban a seguir haciendo de las suyas aun cuando
la historia había dado muestras de cambio.
Parecía que las burguesías locales habían “evolucionado”
en el quehacer democrático y que habían “madurado” para aceptar los resultados de las elecciones,
pero, la realidad es tozuda y siempre nos recuerda que, los dueños de los
medios de producción, la burguesía, no atisba perder ni el más mínimo del control
del estado, y desde allí aplicar políticas económicas para sus intereses, y no
en beneficio de las mayorías sociales. De ahí que sea necesario recordar y
repetir como mantra que el buen corazón de los burgueses, es una utopía. De
ellos no se puede esperar posturas políticas sociales ni económicas en favor de
las mayorías. Jamás verán por el bien de las mayorías. Jamás consentirán que la
mayoría de la población tenga derecho a la educación y a la salud.
Centroamérica sigue siendo una zona estratégica para los
del norte. No iban - ni van - a dejar que, políticos independientes o en el
caso que nos ocupa gobiernos progresistas impulsen políticas económicas al margen
de aquellos que creen que, América latina sigue siendo su patio trasero.
El golpe de estado en Honduras es, pues, un buen
ejemplo de ello. Desde entonces se vienen sucediendo golpes de estado en el
continente latinoamericano. Se confiaba en que las oligarquías habían “evolucionado
y madurado políticamente” ya no se esperaba que ellos podían estar gestando en
complicidad con los gringos los golpes de estado.
La historia les da la razón aquellos que nunca han confiado
en las burguesías y que sólo ven una única salida que es la transformar el
estado desde la raíz, harto difícil pero visto lo visto es el único camino para
garantizar que no se vuelvan a producir golpes de estado ni blandos, como se conoce
hoy a esos “juicios políticos” parlamentarios... lo estamos viendo en Brasil, lo
hemos visto en Paraguay..., sin mencionar los varios intentos en Ecuador y
Bolivia; el golpe de estado en Haití en el 2004, y, en Venezuela.
Queda mucho y lo que queda será, en el futuro, construido
por los que siempre han estado al margen del bienestar que el estado debe
garantizar. Honduras ahora construye su futuro y sigue en la pelea. El
movimiento social con Mel, el presidente legítimo de Honduras, siguen en esa
lucha, siete años y la lucha sigue. se está construyendo un movimiento social
desde entonces para construir una alternativa social y popular al que ofrecen,
la oligarquía y la burguesía en el país. El tiempo les dará la razón y la
justicia, tarde o temprano, sin embargo en el caso de honduras será mas
temprano que tarde.
mis artículos en KaosEnLaRED
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